lunes, 14 de diciembre de 2009

LA COMUNICACIÓN EN LA SOCIEDAD.

LA COMUNICACIÓN EN LA SOCIEDAD.
ENSAYO BASADO EN EL CONCEPTO DE BARRERAS DE DAVID K. BERLO

Por: Emmanuel Gallardo.

El presente ensayo esta basado en el concepto de barreras propuesto por David K. Berlo, y busca complementar de manera teórica, no sólo las tres barreras comunicativas que él planteó, sino abundar un poco más en los problemas masivos de emisión, recepción y entendimiento.

Este ensayo está pensado básicamente en la problemática social que se vive en México y algunos otros países de America Latina, cuyo nivel educativo está por debajo del promedio, como lo muestran los resultados de la prueba PISA aplicada por el Foro Mundial de Comercio, donde en 2006 Perú ocupó el lugar 131 de 131 países participantes.

A nivel mundial, Finlandia, Taiwan y Hong Kong ocuparon los primeros lugares, mientras que en América Latina, Chile lideró los resultados, seguido de Uruguay y México, quién por cierto se ubicó por encima de Argentina, Colombia y Brasil respectivamente .

Según el concepto de Berlo, existen tres barreras de comunicación que obstaculizan su proceso y que ponen en peligro el entendimiento así como la retroalimentación necesaria para el éxito de un proceso comunicativo que parte de su necesidad más pura: el entendimiento entre las personas y la interacción cultural y social que ejerzan en su entorno.

Pero partiendo de el concepto de Berlo, ¿cuáles son esas tres barreras que se buscarán complementar mediante este texto?
Existen tres tipos de barreras: personales, físicas y semánticas.
Barreras personales: son interferencias de la comunicación que provienen de las emociones, los valores y los malos hábitos del individuo. Por ejemplo, cuando alguien está muy triste puede percibir el mensaje de manera negativa; o al contrario, cuando está ilusionado o enamorado, modifica la manera de captar el mensaje debido a lo que siente.
Barreras físicas: son interferencias de la comunicación que ocurren en el ambiente donde ésta se realiza, por ejemplo un ruido repentino, un lugar muy bullicioso donde se lleve a cabo la comunicación, un teléfono con interferencia, etc.
Barreras semánticas: las barreras semánticas surgen de las limitaciones de los símbolos a través de los cuales nos comunicamos, cuando el significado no es el mismo para el emisor que para el receptor. Por ejemplo, si una persona hace un pedido y dice que lo quiere "lo más pronto posible", esto puede tener diferentes significados, desde la persona que lo entiende como "inmediatamente", hasta la que lo entiende como "rápido pero no es tan urgente".
Berlo habla de Barreras personales donde la mayor interferencia de la comunicación proviene de las emociones, los malos hábitos y los valores de un individuo. Ejemplifica perfectamente con cuestiones de tipo anímico la capacidad para entender un mensaje, o bien, para emitirlo. Pero, ¿que pasaría si no sólo fueran los sentimientos los que no afectaran a una persona ecuánime?
¿Qué pasaría si tuviera un auditorio en perfectas condiciones para ejercer su acción comunicativa?, lugar donde ya también se brinca la barrera física al estar en un ambiente propicio para efectuar dicha acción y lo mismo hace con la última barrera semántica, manteniéndose ajeno a toda ambigüedad con un

discurso claro y serio, pero imposibilitado por la censura existente de un gobierno represor. ¿Podríamos hablar de “barreras políticas”? Se podría decir que lejos de cualquier impedimento anímico, físico o semántico, quedan estos planteamientos eliminados ante el peso de una barrera impuesta a propósito y con la única finalidad de coartar la comunicación en todo aspecto por intereses meramente personales.

En su libro “El proceso de la comunicación” , Berlo dice que “de acuerdo con las investigaciones realizadas, existe una evidencia que indica que el estadounidense corriente, emplea más o menos el 70% de sus horas de actividad comunicándose verbalmente: escuchando, hablando, leyendo o escribiendo”

11 horas diarias de su vida comunicándose verbalmente. Situación no comparable con un chileno en la época de la dictadura de Pinochet, donde se tenían suprimidas –entre otras cosas- la libertad de expresión, acción represora que sin duda liquidó a miles de procesos comunicativos que, quizá, estuvieron ajenos a las tres barreras que Berlo propone.

En la actualidad, Roberto Michelletti impuso este tipo de barrera a su país, tras el golpe de estado al gobierno de Manuel Zelaya, presidente depuesto y ahora exiliado en su propio país dentro de la embajada brasileña. Miles de hondureños con derecho a comunicar su inconformidad , fueron aislados de todo proceso verbal, ante los toques de queda y libertad de transito impuestos por el gobierno golpista.
¿Sería esta otra clase de barrera comunicativa?

Ahora bien, volvamos a la prueba realizada a 131 países por el Foro Mundial de Comercio. ¿Qué factor es determinante a la hora de hacer dicha prueba? Obviamente el único factor determinante será la preparación del grupo evaluado. El territorio escolar puesto a prueba mostrará sus capacidades académicas ante una mismo examen de conocimientos generales.

Perú, no sólo demostró tener un estudiantado deficiente, sino un sistema educativo en pésimas condiciones; causante de todo el rezago escolar y único culpable del estancamiento de ésta nación andina. Razón suficiente para entender que los estándares mundiales mínimos, no son siquiera vislumbrados.

La capacidad de discernimiento entre un niño finlandés de 10 años y un adolescente peruano de 15, se verá eclipsada ante la contundencia de un sistema de educación primer mundista y en constante progreso. Perú tiene el mismo derecho educativo que el resto del mundo, sus dirigentes y responsables de la educación no han hecho más que, como en México y sus hordas de maestros manejados, levantar barreras educativas y por tanto comunicacionales a su joven población.

Es un hecho que a nivel social y de manera más profunda que como lo planteó Berlo, existan muros comunicativos cuya responsabilidad estará más allá de aquel individuo con déficit de atención, cultura general y conocimiento del código. Los gobiernos tercermundistas en su imperiosa necesidad conservadora, no se cansan de levantar barreras comunicativas para tener mayor control de las masas.

Barreras comunicativas inconscientemente impuestas a jóvenes en barrios marginales, no son más que reflejos de un gobierno escaso de ideas para ayudar a esa población invisible al sistema, a brincar no sólo muros comunicativos, sino muros de prejuicio y estigmas eternamente cargados desde el día que nacieron en ese pedazo de tierra olvidada.

La creación de un código casi único entre estas personas, es una prueba más de que las autoridades educativas no prestan suficiente atención a estas personas acostumbradas a brincar barreras que no sólo la sociedad les impone, sino la misma apatía educativa de la cual son víctimas.
Por eso, el estrato social importa también en este mundo de barreras de entendimiento. Abran anarquistas que responsabilicen al mismo individuo por su educación y por su propio esfuerzo de pasar esas barreras erigidas de manera histórica en países como el nuestro.

Finalmente nos llegan las barreras mediáticas. Aquellas al servicio de las grandes televisoras encargadas de limitar el pensamiento a la gente que mira una caja de contenido vano, hueco e intrascendente; formando y amoldando su mente para volverlos más idiotas y consumistas, refundiéndolos en una situación intelectual horrible, influenciada y desde luego, aislada ante el peso de la difusión de una novela o programa televisivo.

McLuhan lo pronunció y Dekerckhove lo explicó en “La piel de la cultura”, cuando se habló sobre la televisión y su influencia e impacto en el orden cerebral de aquellos que no abren un libro y que ya están condicionados a pequeñas dosis de información repartidas a placer por una televisión encargada de dictaminar el producto de moda, el o la actriz a imitar, levantando con esto, una barrera más de comunicación con finales tristemente desastrosos.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Cuento de Navidad.

Despierto y me siento incomodo. Por alguna razón no puedo girar y el colchón se ha hecho estrecho y rígido. Apenas lo siento, mis párpados se abren de a poco en toda esa negrura envolvente de mi habitación, pero no puedo hacer mucho, si con trabajos los estoy abriendo, y por momentos pienso en acomodarme de lado, pero los brazos me pesan, como si me hubiera fumado un porro de chronic.

Me siento extraño, me pesa respirar y me volteo pero algo lo impide; no es un cuerpo, es más una pared que no recordaba estaba de ese lado de la cama -la piernas también me pesan-. Algo anda mal, debí de haber bebido demasiado y seguramente por eso el mareo y la torpeza de golpearme contra la pared. Seguro me puse hasta la madre y me dormí vestido, es más, ya me sentí los zapatos.

¿A donde diablos fui? Tal vez fui una boda o a la cena de Navidad de la empresa. Ya me sentí la corbata pegada al cuello. Pero que madreado estoy, eso de ni siquiera encuerarme para meterme a la cama... Si que he de haber caído muerto para no quitarme al menos los zapatos y la corbata. Lo último que recuerdo fue... Si, claro, la pinche cena esa y los imbéciles de finanzas con su pose esnobista de yuppie noventero.

Me dan hueva, más si tengo que convivir de cajón con esos pendejos que sólo pueden sostener una conversación por dos minutos y hablan de el último Gadget que se compraron la quincena pasada y como sus visitas al club son los mejores pretextos para olvidarse de sus esposas con quienes se casaron hace un par de meses. Bah! Yo definitivamente no hablo un pepino, porque si abro la boca nada más digo pendejadas que sólo yo entiendo. Además esa bola de pseudo burgueses de oficina siempre me han mirado con desdén.

Me giro al otro lado, pero en seguida me topo con otra pared. Esto no está bien, no puede ser que le cuarto se haya achicado de esa manera. O estoy muy drogado, o me quedé dormido en... Ya me puse hasta la madre, voy a prender la luz y ver donde chingados me fui a meter porque definitivamente esta no es mi cama, ni mi cuarto.

Cojo fuerzas de no se donde, pero me levanto y no puedo ni enderezarme. Algo esta sobre mi y me rebota al pequeño cojín donde reposaba la cabeza. Entro en pánico, la adrenalina se dispara y comienzo a patalear pero las paredes que se han cerrado sobre mí son tan duras; sordas a mis golpes y patadas que me llevan a golpearme el rostro violentamente para despertarme, porque si, sin duda esto es un pinche sueño y ya se hizo pesadilla. Me sigo golpeando, me rasguño la cara como si entre más dolor más rápido despertaría de ese infierno.

Pero no. Lo único que logro es saborear la sangre que se mete a mi boca por las comisuras. Grito, me desgarro la garganta para que ella me escuche y me calme con algún "no mames wey, que pedo con tu sueño", pero no. Definitivamente ella no está aquí y mi grito se vuelve un alarido sordo ahogado en ese espacio de techo de tela suave y paredes agresivamente cercanas.

Sigo gritando, araño las telas del techo y siento la cubierta desnuda. Huele a madera, no se a cual en específico, pero sin duda es madera. El aire se va haciendo más denso, más espeso, más difícil de respirar y me desquicia al grado de seguir gritando pero ahora a bocanadas y a arañar la madera con frenesí incontrolable. Siento los espasmos desesperados cada vez que mis piernas empujan con las rodillas el techo de telas desgarradas.

Las uñas las tengo destrozadas, en algunos dedos puedo sentir la carne viva. Sudo, me arde la cara, las rodillas, los dedos. La opresión es cada vez mayor y mis movimientos escapatorios han conseguido aflojar mi prisión, casi separando el techo, pero un polvo ligero se cuela entre las uniones removidas y se mete en mis ojos y en mi boca, al grado de ahogarme.

Le vuelvo a gritar. Le grito su único nombre con la fuerza de una sirena de destructor nuclear, y espero a que me abra, a que me saque y nos vayamos a beber una cerveza para el susto. Pero sigue sin escucharme. Ya nada es claro. Mi cabeza se azota contra las paredes, y ahora el espasmo dura más tiempo. Patadas, azotones, rasguños a la madera y gritos brutales no hacen efecto. La corbata se me ha subido más y me está asfixiando.

Hace no más de un día estaba bebiendo y cenando en la cena de Navidad de mi compañía y planeaba comprarle a ella algún regalo; una película israelita o un par de botas nuevas. Hace no más de un día habíamos acordado poner árbol de Navidad y cenar en año nuevo en donde la moneda nos pusiera. Hace no más de un día, habíamos hecho el amor y me había pasado la noche lamiendo su sexo y besando sus pezones; mientras le acicalaba su largo cabello que le venía de lado.

Otro espasmo. Es involuntario y siento como los pulmones se colapsan. Quiero quitarme la ropa, deshacerme de esta corbata que me mata cada segundo. Todo lo pienso muy rápido, tanto como mis movimientos. El aire se va, lo respiro a bocanadas mezcladas con la tierra fresca de fines de diciembre. Escupo sangre, barro, trozos de algo duro que poco después supe eran pedazos de dientes despostillados cuando pase mi lengua para refrescarme las encías.

Siento nauseas, vomito de lado pero es casi imposible. Me ahogo y no se si sea en mi propia reflujo o por el aire. El estomago está a punto de reventar, mis pulmones me avientan sangre que distingo aterrorizado. Hace frío, mucho frío. Lentamente me voy desvaneciendo y a dormir de nuevo, ahora si es para siempre.

TLATELOLCO 1968 Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

La masacre estudiantil de 1968 es uno de los hechos más repugnantes en la historia de nuestro país, fue llevada a cabo por el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz, en colaboración con miembros de su gabinete como Marcelino García Barragán, Alfonso Corona del Rosal y Luis Echeverría Álvarez. El lamentable suceso ocurrió en la Plaza de las tres culturas en Tlatelolco, al norte de la Ciudad de México. Nuestro país se encontraba por realizar la inauguración de los Juegos Olímpicos de ese año en el Estadio Olímpico Universitario.
Los testigos mas cercanos fueron los vecinos alrededor de las unidades habitacionales de la Plaza.Fueron testigos del encendido de las bengalas que daba la autorización de reprimir a balazos al movimiento estudiantil, y por consecuencia la ola de disparos que sacudieron aquel 2 de Octubre, los medios de comunicación también fueron partícipes de este acontecimiento, algunos informaron lo que pasó, otros dejaron el tema de lado, algunos más ofrecieron cifras falsas, conozcamos entonces cual fue el manejo de la información en la masacre de Tlatelolco.
El periódico Excélsior dirigido en aquel entonces por el reconocido periodista y también fundador de uno de los semanarios más importantes de México, la revista Proceso, Julio Scherer García siempre se ha destacado por ser “incomodo” para los hombres y mujeres del poder. Su titular del día 3 no podía ser otro: “Tlatelolco Sangriento”, el artículo también denotaba la indignación que había provocado la matanza.
El hoy desaparecido Heraldo de México hizo una versión partuclar de los hechos, se limitó a ofrecer en primera plana una nota acerca del cierre de armerías en México, a fin de evitar hechos de violencia en las olimpiadas que se iban a celebrar en aquel entonces en nuestro país, y en su carta editorial escribió que las personas que se habían manifestado un día antes eran: “motineros y terroristas, siempre con la pantalla protectora de una minoría estudiantil, a la que en muchos casos han logrado fanatizar”.
Estos textos a la gente que era asidua lectora de dicho diario, generaba controversia por que la información entre los distintos diarios era completamente opuesta, por un lado los periódicos matizaban en que había sido una matanza, y otros diarios ni siquiera publicaron el hecho, otra de las partes del editorial decía así: “Lo ocurrido en ese movimiento no ha sido hasta hoy de proporciones tan graves que paralice o entorpezca la vida del país, ni que afecte sus fuentes de producción, ni tampoco desvíe o nulifique la línea política del régimen”. Heraldo de México se mostraba al servicio de Díaz Ordaz.
El diario Novedades calificó de “trágicos y dolorosos” los hechos en la Plaza de las tres culturas, pero argumentando que los “anarquistas” recibieron a balazos a los militares.
El diario “El Sol de México” fue tajante y dio de baja la colaboración de la agencia de información United Press International, debido a la información que el reportero Mike Hughes emitió. La nota hablaba de una posible suspensión de los juegos olímpicos en México a causa de que el Ejército había disparado contra los manifestantes, y de que los atletas que ya habían arribado a nuestro país estaban con la incertidumbre de saber si efectivamente los juegos serían cancelados.
El diario “El Universal” que en los últimos años ha tratado de ser un periódico de tendencia neutral o centralista, aquél 3 de Octubre dio a conocer el hecho con cifras:
” 29 muertos y mas de 80 heridos en ambos bandos, 1000 detenidos.”
La nota puso especial énfasis en la desaparición de periodistas extranjeros que habían sido invitados a la manifestación por integrantes del Consejo de Huelga, además de eso los datos proporcionados eran extraoficiales, aspecto que el diario señaló oportunamente, fue el único medio que se dio a la tarea de dar detalles acerca de los involucrados en Tlatelolco, especialmente de cuales eran los hospitales con mayor demanda para los heridos, pero sus cifras no fueron las mas adecuadas.
El tema persistió durante los días siguientes, cada periódico manteniendo la tendencia aquí presentada, algunos publicaron cartas de habitantes de Tlatelolco relatando su experiencia aquel 2 de Octubre, otros presentando datos que afirmaban que los estudiantes habían disparado primero y que el Ejército había repelido la agresión
Sin duda un hecho trágico que marcó la vida del país, algunos periódicos notablemente dominados y a las órdenes del presidente Díaz Ordaz y el Secretario de Gobernación Luis Echeverría Álvarez,los cuales manipularon la información con la intención de tapar el hecho y engañar al pueblo. Luis Echeverría hasta la fecha único sobreviviente de aquel gobierno quienes dieron la órden de reprimir a los estudiantes no ha sido juzgado por aquellos sucesos, y en entrevistas ha afirmado cínicamente “No pido perdón”.
Un magnicidio impune en un país donde se quebranta la ley a todas horas.

jueves, 12 de noviembre de 2009

ENSAYO Importancia del periódico "El Juguetillo"

El método de información que antecede al Juguetillo era el de las personas que iban de puerta en puerta vendiendo poemas y textos informativos, en aquel entonces eran llamados los “merceros”, estos hombres traían productos como el hilo para coser y las agujas, y dentro de la mercancía que cargaban a cuestas entregaban información, por que desde esos tiempos las personas mostraban interés por conocer los acontecimientos en el Ayuntamiento.
Este hecho fue de vital relevancia porque las personas que en aquel entonces eran analfabetas se sintieron con la necesidad de aprender a leer para poder conocer las noticias que repartían los merceros, por otro lado la gente que estaba en proceso de aprender a leer, se acercaba con los “voceadores de papeles” y estos les platicaban o les leían las noticias.
Teniendo esto como antecedente de las notas informativas, pasamos al Juguetillo. El autor de este era Carlos María de Bustamante, importante periodista de origen oaxaqueño nacido el 4 de Noviembre de 1774, cabe mencionar que el Juguetillo aprovechó que la Constitución de Cádiz había aprobado un dictamen llamado “libertad de imprenta” el cual funcionó a partir del 5 de Octubre de 1812.
Desde su primer ejemplar el Juguetillo dejó ver la tendencia que tendría y de inmediato envió un mensaje al virrey Venegas que se leía así:
“Diríjome ahora a cierto Pensador mexicano que se nos ha presentado hoy de patitas en México […] buenos días, cara hermosa, saludamos a usted con el ángel, ¿de cuándo acá le ha venido en gana pensar sobre diversas materias y pensar bien?”
El Juguetillo tuvo que pasar momentos amargos con la persecución de Carlos María de Bustamante por una orden de arresto que había puesto en su contra Venegas, pero logra escapar antes de ser aprehendido.
Otro de los periódicos importantes de la época que expresaban una ideología contraria al gobierno era “El Pensador” publicado por José Joaquín Fernández de Lizardi, la gente tenía identificados a estos periódicos por que según ellos decían “la verdad pelada”.
Fernández de Lizardi fue incapaz de evadir el arresto del virrey y permaneció en la cárcel por un periodo de seis meses.
El Juguetillo tuvo un periodo de recesión informativo y retornó en 1820 de la mano de su creador Bustamante.
Un punto a favor del Juguetillo y que lo distinguía del también importante “Diario de México” era que se permitía tratar asuntos políticos cuya difusión era única y exclusivamente de la “Gazeta”. El Juguetillo tenía una estructura crítica, de análisis y de mucha información, en pocas palabras era un periódico bien hecho y bien redactado con factores de reflexión para el lector, este es otro factor importante por el cual la gente lo leía.
El Juguetillo contenía en algunos de sus ejemplares comparaciones entre Constituciones de la época y antiguas, con el objetivo de que el pueblo se diera cuenta los puntos a favor que tenía la Constitución de su época, a diferencia de las antiguas leyes.
Bustamante ofreció en su periódico una forma de educar a los ciudadanos, no solamente vendía por su tendencia antigubernamental, el Juguetillo se expandió por que era una forma de conocimiento, su compromiso era dejar huella en la nación, Carlos era un tipo humilde que se hacia llamar un “ciudadano que ejerció sus derechos constitucionales”.
Tenía gran relación con Fernández de Lizardi, y expresaba en sus líneas:
“¡Sabio Pensador Mexicano!, quisiera tu claridad, y aquella noble majestad con que hablas a la multitud: a ti dedico mis afanes […] como un homenaje debido a tu constancia en el sufrimiento y al amor de una patria, cuyas desgracias hemos llorado en lo más obscuro de las prisiones y calabozos”.
Era claro que compartían ideología política y el hecho de ser perseguidos por el gobierno.
En la sección titulada “Libertad de imprenta” explicaba a sus lectores que buscaba la forma de que sus textos fueran entendibles para los lectores, pero que también quería tener lectores con conciencia, con capacidad de discernimiento y con un criterio bien definido, no importaban las clases sociales a las que pertenecieran.
Esta fue la razón por la cual el Juguetillo fue la herramienta de educación de la sociedad.
Bustamante fue un tipo crítico, veráz con una importante labor social que marcó época en nuestro país, hizo despertar tanto a las personas de escasos recursos, como a las personas de fuertes ingresos económicos su periódico es una fuente de conocimiento histórico.
Su periódico buscaba la unión ciudadana y logró el objetivo de tener influencia con su ideología.

martes, 10 de noviembre de 2009

El valor de morir dignamente: caso Ramón Sampedro.

La acción ambigua de terminar con nuestra propia vida, en caso de que ésta pierda su calidad y dignidad, como lo sucedido al español Ramón Sampedro; hombre que a los 25 años cayó de un acantilado, quedando cuadraplégico por la gravedad de sus heridas, es y será decisión propia y no habrá poder humano que pueda interferir en ese proceso de tintes sombríos, pero netamente individuales.

Alguna vez usted, como la mayoría de las personas, ha sufrido un accidente, una caída de la bicicleta a los golpeados 15 años, edad típica en que se es temerario y salta cual grillo por rampas y escalones. Recuerde usted el golpazo que se dio y como tras la admiración de sus amigos, salió volando de la rampa improvisada, pero el aterrizaje no fue del todo bueno. Resultado: una pierna rota.

Ahora, imagine que después del martirio hospitalario, donde lo llevaron de aquí para allá, le sacaron placas de rayos X y lo vieron tres diferentes doctores, termina con tremendo yeso que le llega hasta medio muslo y los galenos lo despachan a su casa con su bonito par de muletas que le ayudaran a transportarse por los siguientes tres meses.

Después de todo, la cosa no es tan mala, al menos le queda la otra pierna, y sabe con toda certeza que en menos de 100 días todo volverá a la normalidad. Le quitaran el yeso, y después de un par de semanas, podrá regresar a la bicicleta y sus brincos –si es que esto no le causó trauma alguno- y dejará de ser el consentido de todos sus conocidos.

Pero descansará, eso sí, de bañarse con una bolsa de basura en la pierna enyesada, de sentarse al excusado de manera contorsionista, de saberse con unas ganas infinitas de volver a salir en bicicleta con sus amigos, y hasta descansará de la noviecita y sus mimos intensivos.

Ramón Sampedro perdió toda movilidad, de los pies hasta el cuello su cuerpo estaba “muerto”. La novia, quién también era sus prometida, lo abandonó a su suerte. La vida le había jugado una mala pasada y lo peor de todo es que ya no había marcha atrás. Sampedro se quedaría paralizado por el resto de sus días. Tan sólo su cabeza seguía conectada al cerebro.

Yo recuerdo que a los ocho años, me fracturé el brazo izquierdo. Cúbito y radio se habían roto tras una caída en patines en la pista del parque Naucalli. Recuerdo perfecto como la enfermera de dicho parque sateluco, dio su diagnóstico con sólo verme y sentenció muy segura que sólo era el golpe. El dolor inmenso me llevó con mi pediatra, que se sorprendió al ver mi brazo amoratado, hinchado y mi mano de hombre elefante.

Tras un par de radiografías y sin anestesia, el Doctor Martínez me acomodó los huesos del brazo con un firme movimiento que me dolió como nada me ha dolido hasta hoy. Me enyesó la extremidad y me mando a mi casa. A la semana yo quería quitarme el cemento blanco, pues sólo me daba una comezón estúpida y  era un problema bañarme, pero a fin de cuentas lo hacía yo sólo. Mi madre se aseguraba de que la bolsa estuviera firme para que no se metiera el agua y listo, con una sola mano me lavaba el cabello y el resto del cuerpo.

Mis juegos no cesaban y mi vida continuó de manera rara por lo siguientes cuatro meses. Hoy en día mi brazo izquierdo no tiene la menor falla y puedo tocar guitarra, así como cargar a mi hija sin el menor problema. Pero en ese tiempo la incomodidad, la comezón y toda esa sensación de no saberme al 100%, me llenaba de frustración, más aún cuando veía a mis amigos jugar sin el menor problema y yo reservado a patear pelotas, para no lastimarme ni lastimar a alguien con la piedra que tenía por brazo.

Ramón Sampedro no podía lastimar a nadie. Ramón Sampedro no tenía yesos en su cuerpo, no había aparatos que lo mantuvieran vivo, es más, Ramón Sampedro estaba tan libre de cualquier aparato médico, que bien  pasaba por algún tipo descansando en la comodidad de su cama. Pero no, no descansaba, estaba condenado a vivir sobre ella.

Y ahí lo bañaban, lo limpiaban, lo vestían; le cambiaban la pijama, le limpiaban el culo, los pañales. Lo vestían, lo desvestían, le miraban sin querer sus partes íntimas, lo lavaban de a pedazos y tenían que asegurarse de lavarle bien todo el cuerpo, pues toda esa inactividad lo podía llenar de yagas, que después se infectarían y, aunque no sintiera, le complicaría más su tormento.

Así vivió Ramón Sampedro por más de 28 años. Aparentemente alegre, jovial, pero consiente de la situación de vida “poco digna”, como el calificaba su condición. Y no es para menos. Si nosotros con sólo una extremidad inmóvil sentimos que somos poco útiles, que nos enfada no poder movernos normalmente (al menos nos movemos), que es incomodo tener que recibir ayuda para un sencillo baño, que la vida, simplemente no es la misma.

Ramón Sampedro fue el primer ciudadano en España en pedir la eutanasia, con base en el argumento de que cada persona tiene el derecho de disponer de su propia vida, pero le fue negado por lo estipulado en el Código Penal español entonces vigente. En 1998 escribió Cartas desde el infierno, donde agrupó sus escritos hasta ese momento

Ramón Sampedro fue víctima no sólo de su propia suerte y quedar inmóvil del cuello para abajo después de ese accidente, sino también de los estatutos penales que no le permitían legalmente acabar con su existencia y de la insensibilidad de un sistema respaldado por ideas caducas y anacrónicas, cegadas por querer preservar la vida a toda costa, aun en condiciones ínfimas e indignas.

La intensa actividad judicial que desarrolló con ayuda de amigos para poder quitarse la vida dentro de un marco legal, nunca dio frutos. La incapacidad absoluta de sus movimientos lo hacían completamente dependiente de esas personas cercanas a él que vivieron su sufrimiento justo al lado de su cama.
Pero Sampedro estaba decidido.

El 12 de enero de 1998 Ramón Sampedro murió envenenado por cianuro de potasio. Varios amigos, entre ellos una mujer llamada Ramona Maneiro,  ayudaron a Ramón a acabar con 28 años de existencia indigna y forzada, quedando sus últimos momentos grabados en un video donde exime de culpa a todos los que pudieran ser acusados por ayudarle a morir y así, frente a una cámara de video, el español de 55 años bebe sin ayuda de nadie medio vaso de agua con cianuro de potasio. Su muerte fue casi instantánea.
La vida tiene un valor incalculable, y lejos de cualquier precepto radical de la iglesia, o cualquier argumento anacrónico de la política conservadora, la vida deja de ser vida cuando las condiciones físicas y medicas impiden disfrutarla, cuando la dignidad queda hecha pedazos y no se puede hacer nada para recuperara la condición que permita vivir sin necesidad de que alguien nos cambie los pañales sucios.

Argumentos mochos y egoístas condenaron a Ramón Sampedro, así como a Ramona Maneiro, quién después de haber sido detenida no fue juzgada por falta de pruebas. Argumentos que jamás pensaron en el sufrimiento de una persona condenada a “vivir” en una cama, pero que si se azotaron ante el fatídico desenlace. ¿Pero que no era más fatídico el hecho de ver a un hombre previamente muerto en vida?
Entender la decisión de Ramón Sampedro es muy sencillo: sólo basta ponerse en sus zapatos.ð

domingo, 8 de noviembre de 2009

Infantil Descalabro Mundialista


El pasado jueves la selección mexicana de futbol en la categoría sub-17 fue eliminada del mundial Infantil que se lleva a cabo en el país de Nigeria.

El equipo mexicano careció de argumentos futbolísticos para poder clasificar a la ronda de cuartos de final y terminó sucumbiendo en los penales ante su similar de Corea.

Ambos conjuntos se vieron con poca hambre de triunfo y fue hasta el minuto cuarenta y tres cuando Víctor Omar Mañón jugador de los tuzos del Pachuca condujo hacia el círculo del área contraria, tocó hacia el costado izquierdo y Guillermo Madrigal delantero que milita en los rayados del Monterrey cruzó su disparo ante la salida del guardameta Kim Jin Young.

México se fue al descanso con el ánimo al máximo.

En el segundo tiempo el equipo tricolor fue amplio dominador de las acciones, algunas llegadas de Corea pusieron en peligro la meta de José Rodríguez arquero de las Chivas(En la transmisión de Televisa Enrique “El Perro” Bermúdez mencionó que tenía características similares a las de Oswaldo Sánchez) el “Perro” se equivocó rotundamente, no se puede comparar a un joven guardameta de 17 años con el actual portero de Santos, quien acumula mas de 15 años de trayectoria y varios campeonatos.

México supo neutralizar el ataque coreano, se vislumbraba el pase a los cuartos de final y el reloj marcaba 92 minutos(se habían agregado cuatro) cuando Corea inició una jugada por la banda derecha, el lateral mexicano Carlos Campos del equipo de Pumas perdió la marca y el balón le pasó entre las piernas, de atrás vino el número 2 coreano Dong Jin Kim,quien había entrado al minuto 71, definió certero con parte interna a la izquierda del portero, Corea estalló de alegría y a México le volvieron a sacar por enésima vez un partido que tenía en la bolsa.

Dos minutos fueron la diferencia.

Los tiempos extras fueron bastante equilibrados pero a la hora de los penales México sufrió una vez más y perdió por marcador de 5-3, el jugador que falló por parte del representativo mexicano fue Carlos Campos.

Triste final para una selección que prometía mucho, porque se vislumbraba otra generación de oro como la que salió campeona del mundo en Perú 2005.La Federación Mexicana de Futbol al regreso de la sub-17 ratificó al técnico José Luis González China para próximas competencias.

Se exhibió una vez más que nuestro país necesita mucho trabajo a nivel futbolístico y psicológico. Una preparación de verdad para dejar de ser "un invitado más".

viernes, 6 de noviembre de 2009

Manos Blancas: cortadoras de latidos.

…y la sangre tibia empapó su espalda ávidamente. Jamás sintió lo que corto su piel. El filo envuelto en seda hizo ruido de suspiro, que se perdió en los sonidos varios del carnaval de espejos.

La blanca mano de uñas vino desapareció danzando, cadente entre las telas colgantes y el gentío, dejando atrás el cuerpo enorme, lento y miserable; aferrándose inútil al arroyo de su vida.